No pudo ser y el Barcelona este año no ampliará su renta de títulos europeos. La final se jugará en el Santiago Bernabéu entre el Inter de Milán y el Bayern de Munich. Y eso a pesar de que el Barcelona salió, como había prometido, a "dejarse la piel" sobre el terreno, y que la lesión de Pandev en el calentamiento y la expulsión por doble tarjeta amarilla de Tiago Motta dejaba disminuido al equipo milanés desde el minuto 28 de la primera parte.
Jugando a no perder: 16 remates por 1 del Inter
Además de unos efectivos marcajes individuales, como el de Zanetti anulando a Messi, la defensa del Inter se ha mostrado como un muro. Las estadísticas lo dicen todo: casi un 80% de posesión de balón para el Barcelona, tan sólo cuatro oportunidades claras de gol. 16 tiros a puerta del Barcelona por 1 del Inter. La destrucción de juego ganó a la creatividad. Si al principio se planteó un partido con nueve defensas y Diego Milito como único jugador adelantado, la expulsión de Motta dejó como único jugador con salida a un Snejder que jugó tocado y tuvo que ser sustituido. La apuesta de Mourinho era defender el resultado y buscar las tablas: lo ha conseguido.
Messi anulado, Ibrahimovic desubicado.
Sólo empezó a jugar bien el Barça, creando verdadero peligro cuando Ibrahimovic fue sustituido por un jugador con más movilidad como Bojan. De todas formas el delantero sueco anduvo desacertado, y la defensa le ganó la partida en todo momento. Lo mejor: un tiro de falta directa en el minuto 43 de la primera parte que salió algo desviado. Bojan tuvo la mejor oportunidad del partido, con un remate de cabeza que salió fuera, dos minutos antes del gol de Piqué, en una de las pocas veces que se logró sorprender a la defensa italiana.
Si la expulsión de Motta en la primera parte fue algo rigurosa, el único gol, marcado por Piqué, fue en un posible fuera de juego. Zlatan Ibrahimovic reclamó dos penaltis, de los cuales al menos uno sí lo fue. El Inter hizo todo lo que pudo por perder tiempo, con mucho teatro por parte de los jugadores, y demorándose en los saques de puerta, lo que terminó costándole una tarjeta amarilla a Julio César y estuvo a punto de suponer la expulsión. Este motivo pudo costar alguna amonestación más. Mourinho salió del área técnica en repetidas ocasiones provocando que el juego se detuviera.
Lo que a mi no me cabe en la cabeza es que tengamos que apoyar al Barça si total, este choque se jugó entre equipos extranjeros y fuera de España.Al final, alegría del "psicólogo de pacotilla", Mourinho. Por cierto, el Barça demuestra que no sabe perder, debido a que al finalizar el partido, se enchufaron los aspersores para evitar la celebración de equipo italiano en el campo. Algunos dicen que fue una equivocación, otros que los enchufaron porque finalizó el partido y necesitaba ser regado el césped.....bueno, aqui tenéis un video que muestra el pitido final y, entre otras cosas, el "accidente de los asperores", en el que se ve claramente que los aspersores se pusieron en marcha en la zona donde estaban los jugadores del Inter celebrando el pase a la final del Bernabéu, ademas del mal perder de Valdes que se va a impedir la celebración de Mourinho. Y una cosa más,
¡¡¡FORZA INTER!!!La prueba del "accidente" está en el minuto 2:03 del video, con la toma desde arriba, y los comentaristas son Italianos.